A lo largo de la historia de este inmenso país, Rusia tuvo que repeler invasores llegados desde los 4 puntos cardinales. Todos los atacantes traían sus estilos propios de combate y armas. Las batallas se realizaban en diferentes terrenos, durante helados inviernos o veranos sofocantes, siendo los rusos muchas veces superados en número por las fuerzas enemigas.

Como resultado de todos estos factores, los guerreros rusos adquirieron un estilo único, que combinaba un espíritu fuerte con tácticas innovadoras y versátiles contra cualquier tipo de enemigo y en cualquier circunstancia. El estilo resultante era natural y libre, sin reglas estrictas, estructuras rígidas o limitaciones.

Cuando los comunistas llegaron al poder, en 1917, suprimieron todas las tradiciones nacionales. Aquellos que practicaban el viejo estilo de pelea eran castigados severamente. Al mismo tiempo, las autoridades rápidamente se dieron cuenta de lo viable y devastador que era el estilo de combate Systema y lo reservaron solo para las Unidades de Operaciones Especiales y para la KGB.